Nuestro negocio nació a mediados del 2020 en plena pandemia. Nos vimos obligadas a comenzar este emprendimiento por necesidad y gracias a Dios y al apoyo de la familia y amigos pudimos crecer y concretar el sueño de poder tener nuestro primer local.
Vendemos ropa de mujer porque amamos la moda pero sobre todo nos sentimos identificadas con cada una de ustedes a la hora de vestirnos.
Comenzamos hace 2 años, pero oramos al cielo que esto dure por mucho tiempo.
Somos 2 amigas con ganas de crecer y es por eso que nos apoyamos mutuamente.